Modernidad
Las transformaciones del mundo tecnológico han llevado a un cambio general de las percepciones de la misma persona, su entorno y todo lo que hace parte de la vida. La posmodernidad se ha constituido en la forma de pensamiento imperante en el mundo de hoy, y no muy desligado a esto se encuentra el proceso de globalización, que tampoco hubiera sido posible de no ser por los adelantos del mundo de la informática y las telecomunicaciones.
La globalización plantea muchos retos de índole política, jurídica, administrativa. Y ella, si no viene acompañada de la mundialización y profundización de la democracia -la legalidad y la libertad-, puede traer también serios perjuicios. Pero, comparados a los beneficios y oportunidades que ella trae, sobre todo para las sociedades pobres y atrasadas que requieren quemar etapas a fin de alcanzar niveles de vida dignos para los pueblos, aquellos retos, en vez de desalentarnos, deberían animarnos a enfrentarlos con entusiasmo e imaginación. Y con el convencimiento de que nunca antes, en la larga historia de la civilización humana, hemos tenido tantos recursos intelectuales, científicos y económicos como ahora para luchar contra los males atávicos: el hambre, la guerra, los prejuicios y la opresión.
Finalmente, ¿Qué es modernidad? Básicamente racionalidad. Ya los griegos habían vivido un proceso de transformación en el que las ideas y los patrones culturales de su pasado se vieron revolucionados por la filosofía en las ciudades.
En la verdadera modernidad la racionalización tiene mayor peso que el la riqueza y el poder, que actualmente nos esta matando. Puesto que muchos buscamos la forma de enriquecernos o elevar nuestros estatus sociales. Sin importar a quien o a quienes afectemos en el camino. Es decir no somos utilizamos la racionalidad.